jueves, 7 de enero de 2021

 

La situación no parece la apropiada. Juan el bautista ha sido encarcelado y no parece oportuno proclamar la Buena Noticia. Pero, Jesús sigue su misión adelante, porque la Buena Noticia es, precisamente, para los que sufren, los que están oprimidos y sumidos en la oscuridad y desesperanza.

Y Jesús emprende su camino. Ha venido a proclamar la Palabra de Dios. Un Dios Padre que nos quiere y nos salva. Un Dios Amor y Misericordia, y un Dios que busca a los pobres, a los pecadores y a los oprimidos. Un Dios que no mira a los perfectos y engreídos, sino a los que verdaderamente necesitan misericordia.

Por eso, tú, si te reconoces pecador, pobre de espíritu y necesitado de perdón y redención. Tú, que quizás estés sufriendo, bien enfermedad u opresión por poderes económicos y explotadores, abre tus oídos y tus ojos a la Palabra  de Salvación que trae Jesús de Nazaret.

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