sábado, 7 de agosto de 2021

 

 

No es fácil, pues de antemano no estamos seguros de la intervención de Dios. Somos limitados y nuestra fe nos viene dada gratuitamente por nuestro Padre Dios. Nuestra fe es tan débil que no nos atrevemos a actuar. Los apóstoles no lograban liberar a aquel joven endemoniado.

Lo cierto, y en ello creemos, es que Jesús nos ha dado ese poder de curar y hacer milagros - «Por vuestra poca fe. Porque yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: “Desplázate de aquí allá”, y se desplazará, y nada os será imposible».

Luego, si eso lo dice Jesús, ¿qué nos ocurre que no creemos? Su Palabra es Palabra de Vida Eterna. Sucede que nuestra fe todavía no da la medida para llegar a esa altura y santidad. Pero, no nos desanimemos, el camino continúa y mientras hay camino hay esperanza. Sigamos pidiendo la fe

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.