Lo único y verdaderamente cierto es la muerte. Todos experimentaremos ese momento. Preguntarnos, ¿qué sentido tiene eso para nuestra vida?, es preguntarnos por la identidad de Jesús de Nazaret. Es Él quien nos revela el Camino, la Verdad y la Vida y nos enseña por donde debemos ir.

Todas nuestras respuestas las encontramos en las enseñanzas de Jesús. Él ha venido para anunciárnosla y también para indicarnos el Camino por donde cumplirlas. Por tanto, buscarle y escucharle es nuestra máxima prioridad y aspiración.

Porque, Él es el Hijo de Dios que, enviado a este mundo, nos revela el Amor de su Padre y la Infinita Misericordia con la que perdona nuestros pecados y nos acoge en su Gloria para que, junto a Él, vivamos en plenitud de gozo y felicidad eternamente.