Quizás no te hayas
dado cuenta de que tu vida tiene un camino. Quizás pienses que todavía estás
muy lejos de su final, pero nadie te puede garantizar que eso sea así y que te pueda
sorprender. Lo más inteligente de tu parte sería tratar de discernir que hacer
con tu vida y preguntarte a dónde vas.
Solo tienes que
mirarte y ver como actúas en la vida. Eres semejante al Creador porque así ha
querido crearte. Por tanto, mirándote a ti mismo encontrarás la imagen de Dios,
tu Señor y Creador. Observa tu vida y te darás cuenta de que has sido creado a
su imagen y semejanza.
En ese discernimiento, lo más importante es saber lo que buscas. Es evidente que lo primero y definitivo es encontrar la felicidad. Pero, también, mientras caminas hacia ella ser feliz. Es decir, caminar convencido y satisfecho de ir en la dirección correcta y de gozar con todo lo que emprendes y haces. En esa actitud, pronto descubrirás, eso te lo aseguro, que la única y verdadera felicidad está en encontrarte con Jesús. Él es la felicidad que, quizás sin saberlo, tú buscas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.