Es libre aquel
que decide cumplir con sus responsabilidades, aunque haya quien trate de
impedírselo, porque su fidelidad no depende del miedo, sino del amor al bien.
La libertad bien entendida busca siempre el bien, la verdad y la justicia. 
Fortalece mi fe,
Señor, pero haz que madure y crezca para que se dé en favor y luz a todos
aquellos que abren sus corazones a acogerla. Dame también perseverancia y
sabiduría para, con humildad y sencillez, transmitirla y contagiarla. 
Jesús, nuestra referencia, tiene la libertad de quien antepone su misión a la preservación de su integridad física. Nada ni nadie lo podrá echar atrás. Un mundo de hombres libres construiría un mundo mejor.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.