Al final descubre que ganar o perder no es lo importante sino el saber aceptar los momentos buenos y los malos. Porque la vida se compone de alegrías y tristezas, ese es el camino y esa son las etapas. Pretender ganar siempre es condenarte a la esclavitud de querer superar siempre a los demás, y, a pesar de tus esfuerzos siempre encontrarás alguien que te supera a ti.
Será bueno y mejor saber que el único perfecto, insuperable y poderoso es Dios. Y Él se hizo hombre tomando nuestra misma naturaleza menos en el pecado, para humillarse y ponerse a nuestra altura y entregándose a una muerte de Cruz, rescatar nuestras vidas por amor y para la Misericordia del Padre.
Contemplar y reflexionar sobre esto nos puede ayudar mucho en nuestros momentos más tristes y duros, y experimentar que nada está perdido porque Dios nos ama y nos salva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.