El miedo es algo que siempre ha temido el hombre. Posiblemente, el miedo no existe realmente sino que habita y se fábrica dentro del hombre. Sin embargo, el hombre no puede negar el miedo que siente perder la vida, lo que no ocurre con el quitársela a otro. La diferencia entre ambas actitudes es el amor o el desamor.
La muerte la produce el desamor. Cuando el hombre se sitúa en el extremo opuesto al amor, el miedo se apodera de su corazón y es capaz de matar. Incluso, mata su propia vida. Todo consiste en que pierde la esperanza eterna de vivir y se agarra a la esperanza muerta del mundo.
Porque sólo en la bondad del Padre Dios está la verdadera esperanza de vida eterna. Y cuando te encuentras con Él pierdes todo temor a perderla.
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