sábado, 14 de enero de 2017

Leví el de Alfeo fue llamado por Jesús, y respondió a su llamada. La respuesta no es simplemente seguirle y estar a su lado, sino comprometerse con su estilo de vida. Porque podemos estar a su lado, pero vivir sin notar su calor, su proximidad ni su compromiso por amor.

Vivir de forma rutinaria, perfectos en los cumplimientos y preceptos, pero escasos de amor y compromiso. Porque el amor no son simplemente gestos y buenos modales, sino compromisos que responden a la responsabilidad de buscar tu bien y tu felicidad. Lo demás son simples adornos que parecen, pero no lo son.

Jesús hablaba cuando le preguntaban, y actuaba cuando le pedían. También, a veces se compadecía de aquel que no se podía mover ni hablar, o no sabía a quién recurrir en ayuda. Jesús estaba comprometido y sigue estándolo, contigo y conmigo. Su amor no es pasajero, sino comprometido. Y un compromiso nunca termina.

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