sábado, 20 de mayo de 2017

El hombre es ambicioso, está esclavizado y sometido por el vicio y la mentira. Gusta de hacer lo que no quiere y es tentado por malos pensamientos que le someten y le arrastran a realizarlos. Es la lucha de cada día: “hago lo que no quiero, y dejo de hacer lo que quiero”-Rm 7, 18-19-.

Hoy, Jesús, nos previene contra ese rechazo del mundo: «Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero, como no sois del mundo, porque yo al elegiros os he sacado del mundo, por eso os odia el mundo». Y esto lo tenemos que tener muy claro los que creemos y seguimos a Jesús.

Esa es la cruz de la que tanto hablamos. A eso añadimos las tentaciones, obstáculos y vicisitudes que la vida nos presenta hasta llegar a la meta final, compartir nuestra muerte con Jesús. Muerte que será, no el final, sino el principio de una vida prometida para los que viven en los mandatos del Señor. Vida Eterna llena de gozo y alegría

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.