jueves, 25 de mayo de 2017

En el proceso de la vida, el hombre pasa irremediablemente por muchas fases y etapas. Unas bastantes duras, otras menos y algunas felices. Unas  en las que el hombre es consciente de su realidad; otras en la que no se da cuenta y pasa desapercibida. La cuestión es que tanto unas como otras te ayuden a encontrar el verdadero sentido de tu camino.

Se hace difícil descubrir a Jesús. El encuentro no tanto depende de nosotros, sino de nuestra insistencia y súplica para recibirlo. Él, el Señor, nos ha dicho que insistamos y pidamos – Mt 7, 7 -. Pidamos entonces lo verdaderamente importante, “nuestra conversión”, porque teniéndola, tendremos todo. ¿No te parece?

En eso consiste ver y no ver. El Señor se ha ido al Padre, está a su derecha y vendrá de nuevo. Quizás lo hayamos perdido de vista, pero sigue estando. Vendrá de nuevo porque nos lo ha prometido. Y será entonces cuando lo volveremos a ver. Quizás sea ahora, mañana u otro día. El tiempo, nuestro tiempo, se acaba. No lo perdamos y estemos atentos y expectantes con la mirada puesta en Él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.