sábado, 1 de julio de 2017

También a nosotros nos ocurre en muchos momentos de nuestra vida situaciones desesperadas. En el camino estamos expuestos a accidentes, dificultades y obstáculos. Y, cuando nos ocurre una situación desesperada nos acordamos de Jesús, de Maria y de muchos santos.

Eso descubre nuestra fe. Pero, quizás, una fe mediocre, como un seguro para situaciones extremas. Una fe desencarnada de nuestra vida. Todavía no despertamos y tomamos conciencia que estamos salvados de todo peligro. El camino es de salvación, porque Jesús ya ha pagado nuestro seguro.

Es verdad que nuestra realidad, ahora, es todavía de pruebas y sufrimientos. Es el camino. Nuestro desierto. Tenemos que demostrar que realmente estamos con y en el Señor. Que Él es nuestro Dios y nos fiamos de su Palabra. Demostrarlo es amar. Amarle a Él sobre toda las cosas, y al prójimo como Él nos ha enseñado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.