jueves, 19 de octubre de 2017

Hoy, la Iglesia, molesta mucho y se le prohíbe hablar. Se les aparta de los colegios y se le cerca hasta el punto de alejarla de la sociedad. Sí, cuando se le ha callado su voz, se les reconoce y se les hace honores y hermosos sepulcros. Pero, ¿se escucha su palabra y se pone en práctica?

Indudablemente, se nos pedirá cuenta, sobre todo por todas nuestras acciones que impiden que otros puedan aceptar la Palabra. Porque con nuestros actos levantamos verdaderos muros que alejan e impiden a otros recibir la Palabra.

Tratemos de reflexionar y abrirnos a la Palabra ajustándola a nuestra forma de vivir y esforzándonos en ser cauces para que otros puedan, con nuestro testimonio, aceptarla y llevarlas a sus vidas entregándose a difundirlas por el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.