miércoles, 8 de noviembre de 2017

Se nos hace duro enfrentarnos a un camino duro y lleno de renuncias. Un camino de servicio y entrega, incluso recibiendo desprecios y hasta burlas. Desde nuestra humanidad y criterios no podemos entenderlo. Sin embargo, Jesús no lo duda y nos apremia con voz firme y segura.

«Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío.»

A bote pronto esto es imposible, pero proclamado y venido del Señor, es otra cosa. Porque, para Él nada es imposible. No sólo lo proclama sino que lo vive y lo ha demostrado con sus obras. La Resurrección es la prueba fundamental. Y el Amor que nos ha dado también. Luego, en Él también podemos lograrlo nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.