sábado, 14 de julio de 2018

Resultado de imagen de Mt 10,24-33 por Fano
No olvidemos que el Señor nos ha dicho: «todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos». Y el verano es una buena ocasión para demostrarlo.

Ahora, verano, es tiempo de llevar al Señor con nosotros a todas partes. Es tiempo de demostrar que el Señor ocupa el centro de nuestros corazones. Es tiempo para darlo a conocer cuando la ocasión, que las habrá, se nos presente, y hacerlo sin miedo.

Se trata de actuar con valentía, sin estridencia, pero con naturalidad y dando siempre la impronta de nuestro ser cristiano. Se trata de no tener dos caras, una para el verano y otra para el invierno. Una para estar con los amigos y de fiesta y otra para estar en la Iglesia. Se trata de ser cristiano y consecuente con tu fe en todo momento. En verano e invierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.