miércoles, 29 de agosto de 2018

El Evangelio de hoy nos presenta a un personaje de gran coherencia. Su vida fue una constante alrededor de Cristo al que preparó los caminos a su venida. Fue siempre fiel a su palabra que refrendó con su vida y sus actos proclamando siempre la verdad.

No se erigió en ser él el que había que venir, sino que se definió como la voz que clama en el desierto y anuncia la llegada del verdadero Mesías. Él se quita del medio y deja el camino a Jesús después de bautizarlo en el Jordán. Conviene que él se abaje para que crezca el Señor.

Juan el Bautista entrega su vida consciente de que su misión ha terminado. Poco antes había preguntado si era Jesús a quien debían esperar y la respuesta le deja colmado de paz y alegría: los ciegos ven, los cojos andan, los mudos hablan, los enfermos sanan…etc. Realmente ha llegado el Reino de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.