miércoles, 19 de diciembre de 2018

Sucede que lo vemos muy lejano y casi olvidado. Nos resulta en el tiempo difícil de atender a esa voz que grita en el desierto y, sin darnos cuenta, posiblemente lo tomamos como cuento o tradición. Algo así puedo suceder en aquel tiempo.

Los profetas estaban casi olvidados, o al menos hacía mucho tiempo que nadie daba señales de la promesa del Mesías. Juan irrumpe en la vida después de estar preparándose en el desierto. Y grita que el Reino de Dios está cerca.

¿Qué nos sucede a nosotros hoy, gritamos también que el Señor nace cada día en nuestros corazones? ¿Tratamos de alguna manera de que cada día el Señor nazca en nuestros corazones? ¿Cómo María y José estamos disponibles a aceptar la misión que Dios nos guarda a cada uno? La Navidad nos puede ayudar a interpelarnos y reflexionar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.