Hay sentimientos que nos
ayudan a acercarnos al Señor. Por mi experiencia, puedo decir que experimentar
un fuerte deseo de vivir en la verdad y corresponder a esa verdad en tu propia
vida te lleva a encontrarte con Dios.
Y de alguna forma puedo
compartir que yo experimenté ese deseo a una edad muy temprana y, por la Gracia
de Dios, me pudo y fue más fuerte que los sentimientos propios de mi naturaleza
humana. Y poco a poco esa semilla puesta por Dios ha ido creciendo y
fortaleciéndose.
Hoy, el peligro es que creas
que ya llegó a su fin y ha terminado su crecimiento. Si pienso así, tengo que
admitir que me estoy equivocando. El Reino de Dios debe de seguir creciendo
dentro de mí y para eso necesito estar receptivo y abierto a la Gracia de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.