martes, 12 de mayo de 2020

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 15,1-8. Jesús dijo a ...
La paz del mundo es una paz efímera, inestable y muy frágil. Está mediatizada por muchos factores que, siempre, la extinguen y la rompen. La enfermedad, la envidia, el orgullo, la suficiencia, el deseo de poder, riqueza…etc., son factores que no dejan que la paz permanezca en este mundo.

Y, por encima de todo esto, la Paz que ofrece Jesús, el Señor, es diferente a la del mundo. Porque, la Paz de Jesús es una Paz presente, que llena todo nuestro corazón para superar todo contratiempo, envidia, orgullo y pecados. Es una paz de saberse salvado a pesar de las dificultades y peligros.

Es una paz que, tras la cruz, nos llena de esperanza y de alegría al saber que superado esos momentos de dificultades y sufrimientos llegará irremediablemente la Paz del Señor, porque, Él ha Resucitado y ha vencido al pecado, verdadera causa que destruye la paz.

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