Tu vida te ha sido dada para servir. Servir en verdad y justicia a los demás, empezando y dando prioridad a los más pobres y necesitados. Pobres de medios, de esperanzas, de conocimientos, de justicia, de verdad…etc. Pobres que reclaman una vida más digna como hijos de Dios.
Por tanto, si has recibido mucho, mucho también se te pedirá. Y ganarás más sirviendo que exigiendo ser servido. Realmente se hace difícil entenderlo y, más todavía vivirlo y realizarlo, pero, ese fue el Ejemplo y Testimonio que nos da Jesús. Unos de sus últimos actos fue lavar los pies de sus apóstoles.
Y, recuerda, que cuando te esfuerzas en servir no estás haciendo nada extraordinario, sino, simplemente cumplir con tu deber, que no es otro que vivir en la Voluntad de Dios, que sabes que es servir y amar tal y como su Hijo hizo durante su paso y vida entre nosotros. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.