Nuestra vida tiene una finalidad, y todos la descubrimos dentro de nosotros mismos, en lo más profundo de nuestros corazones. Lo hemos dicho muchas veces, y lo seguiremos diciendo siempre que haga falta. Buscamos la felicidad a través de todo lo que este mundo nos ofrece.
Pero, corremos el peligro de buscar donde no se encuentra. Podemos pasarlo bien, vivir bien y disfrutar comiendo, bebiendo, casándonos y gastando nuestro tiempo en placeres y diversiones, pero la felicidad no está ahí. Pero, llegará un día en que todo eso será vano y basura. Y seremos llamados a responder de cómo hemos gastado nuestra vida y nuestro tiempo.
Lo mismo sucederá el Día en que el Hijo del hombre se manifieste. Aquel día, el que esté en el terrado y tenga sus enseres en casa, no baje a recogerlos; y de igual modo, el que esté en el campo, no se vuelva atrás. Acordaos de la mujer de Lot. Quien intente guardar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.