Zacarías es sorprendido en la hora de su servicio, pues le tocó a él ofrecer el incienso y es en ese momento cuando se le anuncia que Dios ha escuchado su ruego y le es concedido ese hijo. Sin embargo, a Zacarías se le presenta dudas y como castigo queda por un tiempo mudo.
Y es que rezamos, pero, ¿creemos que para Dios no hay nada imposible? ¿Somos capaces de ponernos en manos del Señor, tal como hizo María? ¿Confiamos realmente en el Señor? Juan, el hijo prometido a Zacarías e Isabel, era el precursor que iba a allanar y preparar los caminos del Mesías.
Y así comienza el anuncio de la Buena Noticia que Juan, hijo de Zacarías e Isabel, proclama y anuncia, y prepara el camino del que ha de venir. Aquel que ya él había saludado desde el vientre de su madre y cuando María visitó a su madre Isabel. Ha llegado el momento de la redención
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