jueves, 24 de diciembre de 2020

Zacarías no estuvo seguro de lo que el ángel le anunciaba y pidió pruebas. También nosotros procedemos de la misma forma, dudamos y pedimos pruebas. Sin embargo, Zacarías tuvo paciencia, aceptó el castigo y, sin rebelarse aguardó hasta que llegó el momento. Y fue recompensado recuperando su fe y su voz. 

Quizás, nosotros no aguardamos ni tenemos paciencia, y no esperamos al Señor. Desesperamos y rompemos con el Señor. Precisamente, la fe es la prueba que nos exige esperar sin ver.

Necesitamos creer. Y creemos en la medida que esperamos pacientemente la visita del Señor esperanzados en su Infinito Amor y Misericordia. La prueba es la esperanza, la paciencia y la perseverancia. Al final, como Zacarías, tendremos nuestra recompensa. El Amor de Dio.

 

¡FELIZ NAVIDAD!

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