
Cada instante de la Vida de Jesús es, no sólo un deseo de anunciarnos el Amor que nos tiene su Padre, sino mostrarnos como Él también nos ama. La preocupación por aquella gente de su tiempo, tal nos narra el Evangelio de hoy, como también por nosotros ahora, llega hasta sentir compasión por cada uno de nosotros.
Se preocupa por saciarnos, tanto materialmente como espiritualmente. Nuestro Dios Padre es único. Nos ama hasta el punto de – encarnado en naturaleza humana – entregar su Vida por ti y por mí, y por toda la humanidad. Dios Padre nos quiere con locura y nos quiere voluntariamente y libremente. Exclusivamente por amor.
Y, ni lo entendemos, y menos, lo merecemos. Dios nos regala la vida por amor. Y no sólo eso, sino que nos ofrece un Camino, una Verdad y una Vida – que es precisamente Él – para que tengamos la referencia por la que debemos guiarnos y seguir
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.