No todos tenemos
la misma misión. Hay muchos carismas y misiones, pero, eso sí, todos tenemos
una misión que cumplir: simplemente, hacer lo que hagamos con amor y misericordia.
Así nos ha amado Jesús, y así somos salvados: Por su Infinita Misericordia.
Sé, Señor, que
sólo con mis fuerzas no podré seguirte, ni tampoco soportar las cruces de mi
camino. Dame la fortaleza que necesito para soportar las adversidades de mi
camino y seguir tus pasos al ritmo de tu Voluntad.
Podemos hacer muchas cosas hasta el extremo de ser heroicas, pero, si no van cargadas de amor y misericordia, de nada nos vale. Y eso no significa que somos perdonados por nuestros propios méritos. Aparte de que todo lo recibido nos es dado por Voluntad de nuestro Padre Dios, nuestra salvación no depende de nuestras obras, sino de la Infinita Misericordia de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.