El
don de la vida es un regalo: para la persona que nace y
para el mundo. María es el regalo más hermoso que recibe la humanidad,
porque a través de ella, Dios nos entrega a su Hijo.
Pasa la vida, concretamente mi vida, y lo más
importante es que sigo buscándote, mi Señor. A pesar de mis pecados y mis
debilidades, persevero en tu presencia, y eso llena mi vida. Gracias, Señor.
En Él recibimos vida y dignidad, somos liberados de la esclavitud del pecado y recuperamos la alegría de ser hijos de Dios. Y junto a su Hijo, Dios nos da también a María como Madre, presencia tierna y cercana en nuestro caminar.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.