La vida, aunque escondida, te presenta dos caminos: Uno
de vida, de fraternidad, de alegría y paz eterna. Y otro de poder, de codicia,
de caprichos, privilegios, arrogancias y soberbia.
Mi vida se llena de esperanza cuando experimento que
mi Dios es único e inigualable. Me quiere hasta el extremo de dar su Vida por
mí, y, a pesar de mis pecados, su Misericordia es infinita. En sus manos pongo mi
vida.
Tendrás que elegir: el lado de la vida y la luz, o el de la clandestinidad y el engaño. Tú decides. Uno te llevará a la plenitud y al gozo eterno; el otro, al rechinar y crujir de dientes. Tú eliges.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.