lunes, 24 de febrero de 2014

LA NOCHE, UN PENSAMIENTO PARA PENSAR

Cada tarde Tú, Señor, eres el bálsamo que tranquiliza mi alma. Cuando empieza a caer la tarde y la oscuridad amenaza con las tinieblas, Tú, Señor, eres mi Luz y mi sosiego. El tener la oportunidad de encontrarte y de recibirte, es mucho más que tocarte. Experimentar que te haces Pan y Vino para servirme de alimento enciende mi esperanza y sosiega mi espíritu.

Te doy gracias Señor por darme esa posibilidad y esa fe que me mueve a buscarte cada día en la Eucaristía, donde aguardas pacientemente mi llegada. Y me postro ante Ti, Dios mío, por dignarte a entrar en mi humilde e indigno corazón para sanarme y darme la vida de tu Gracia.

No soy consciente del milagro que cada día se produce delante y dentro de mí: Tú, Señor te haces alimento para darme la vida eterna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.