Cada día soy más consciente de mis pecados, de mis limitaciones, de mis fracasos ante la Voluntad de Dios. Mi humanidad me pesa como una loza y a medida que camino en mi vida me doy cuenta de mi pequeñez y de mis esclavitudes. No sé si eso es bueno o malo, pero sí sé que me siento agradecido por ver la realidad de mi vida y mi verdadero retrato.
Soy un pobre pecador y darme cuenta de eso sostiene mi vida agarrada al Señor porque sin su Gracia me siento perdido. Es verdad que cuesta aceptar tus propios fracasos y el sentirte débil e impotente, pero saber que todo está en las Manos del Señor alivia y da esperanza.
En ese pensamiento esperanzador mis pies se mueven y caminan y mi corazón late cada día esperanzado en que el Señor transformará un día todo mi ser y hará de mi esperanza una presente realidad.
Es un gusto conocerte Salvador..... he entrado a tu blog sin tu permiso.....
ResponderEliminarMi blog es tu blog, es un lugar más de encuentro, de fraternidad, de búsqueda, de compartir y de caminar juntos hacia la casa del Padre, la que nunca debíamos haber abandonado.
ResponderEliminarUn lugar que si respetamos, construimos y conservamos será bueno, pues todos dependemos de todos y en el amor crecemos en verdad, justicia y paz.
Encantado de tu visita y de tu hermosa huella que has dejado.
Un fuerte abrazo en Xto. Jesús.