miércoles, 5 de marzo de 2014

LA NOCHE, UN BUEN MOMENTO PARA PENSAR

No se camina de forma fácil y sin riesgos y renuncias. Cada paso supone un esfuerzo, un esfuerzo para ser mejor, más generoso y dado. Eso supone crecer y exige desprendimiento y desapegos, por lo que se descubre la necesidad de reflexión u oración.

Por eso, ahora es tiempo de ayuno, limosna y caridad, y eso propone la Iglesia. Una limosna que nace del compartir y darse desde la libertad del corazón. Un ayuno que brota de la exigencia de la voluntad y del dominio de superar las apetencias y las esclavitudes que nuestra propia humanidad nos somete, y una caridad nacida del compromiso del amor.

Ayuno, limosna y caridad son tres ejercicios que, no sólo ahora, sino siempre nos ayudaran a acercarnos más a la Voluntad del Padre Dios.

1 comentario:

  1. Ruego a Dios que me de la fuerza de voluntad suficiente para cumplir con las 3 en esta Cuaresma y mas allá.

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