viernes, 30 de mayo de 2014

LA NOCHE, UN BUEN MOMENTO PARA PENSAR



Cuando fuerzas tu mente para escudriñas pensamientos experimentas que está vacía y no encuentras caminos por los que pensar. Igual sucede con el Espíritu Santo, no lo puedes forzar, y menos exigir, porque es Él quien manda y dirige. Sólo debes limitarte a estar atento, escucharle y estar disponible y dispuesto a sus impulsos.

Y para ello debes caminar en su presencia, acercarte en el camino y estar a su lado. Beber mucho de la Eucaristía, el alimento espiritual que nos mantiene, nos vivifica y nos da la vida, y frecuentar el sacramento de la Penitencia son los pilares y las armas que nos mantendrán preparados y listo para escuchar su llamada.
 
El Espíritu de Dios decide y, en el Espíritu Santo, actúa en nosotros cuando encuentra un corazón humilde y dispuesto a dejarse llevar. Amén.

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Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.