jueves, 25 de diciembre de 2014



Arriesgar la vida por alguien que no está dispuesto a darla por ti no tiene sentido común, ni nadie está dispuesto a hacerlo. Creerle resultará más difícil, por no decir imposible. Luego, sólo puede pedir eso quien, no sólo está dispuesto a morir por ti, sino que lo ha hecho y te ha salvado con su Vida.

Y lo hace cada día esperando y aguardando tu respuesta y tu conversión. Por eso, no te engaña. Te dice que seguirle cuesta sacrificios, sudor y sangre, pero te promete gozo y felicidad plena y eterna. Esa es la esperanza del creyente, que quien lo dice tiene Palabra de Vida eterna.

En Él se han cumplido todas las profecías. Por eso, de Él nos podemos fiar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.