lunes, 15 de diciembre de 2014



Descubrimos que lo importante no es decir ni prometer sino hacer lo prometido o dicho. Por eso hasta que no se haga lo dicho no descansamos. Te pueden prometer esto o lo otro, pero siempre la última palabra termina con el hecho que te habían prometido consumado

Y, sin lugar a duda, te quedas con aquel que, aunque le cueste prometer, si lo dice, lo cumple. Incluso no llegando a decir sí, siempre hace lo que le has pedido. Es el caso de aquel hijo, que habiendo dicho que no, luego, arrepentido hace lo que el padre le había pedido.

Siempre es mejor hacer, si procede y es bien común, lo que te piden, si está en tu mano, Pero si alguna vez te cuesta comprometerte, o te encuentras negativo, procura arrepentirte y hacerlo. Saldrás siempre ganando.

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