miércoles, 4 de marzo de 2015




Nos sentimos a gusto en la medida que satisfacemos nuestros egoísmos, pero al final vamos descubriendo que la verdadera y plena felicidad no se encuentra en satisfacernos, sino en darnos plenamente a los demás.

En ese renunciar a ti y ofrecerte al otro descubres y encuentras el gozo de vivir. Pero también experimentas que esa vida se prolonga más allá y salta, por la Gracia de Dios, hasta la vida eterna.

Sin embargo, experimentas que no es fácil. Te descubres sometido a tus egoísmos e impotente una y otra vez. Necesitas la ayuda y la Gracia del Espíritu Santo para lograrlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.