La muerte
está presente en nuestra vida. Hoy ha muerto la madre de un amigo. Tenía
ochenta y seis años, y su muerte era esperada, pero también otras dos personas,
de forma repentina, de cincuenta y cinco años aproximadamente.
Sin
embargo, nos sorprendemos, pero nada más. Incluso los duelos suelen ser
encuentros de alegría, chismes y pasarlo bien. No hay ninguna reflexión sobre
que nos espera detrás. Incluso empieza a ser frecuente incinerar los cuerpos. Y
digo esto porque intuyo como una resignación a aceptar la muerte sin más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.