Experimentas en tu vida que
más de una vez te has abandonado en la confianza de otro. Te has puesto en
manos del médico, del taxista, del piloto, de tu esposa o marido, de tu amigo…etc.
Necesitas fiarte.
Y si, reflexionando, te
puedes fiar de los hombres, ¿cómo no te vas a fiar más de Dios? Porque Dios es
bueno, es perfecto, inmutable, poderoso, justo, caritativo y misericordioso.
Jesús, su Hijo, así nos lo ha presentado y enseñado. Y lo hace sin condiciones
y a pesar de que tú no respondas como Él quisiera.
Dios nos ha dada prueba de su Amor entregando a su
Hijo para, con su Muerte y Resurrección, pagar el rescate por nosotros. Y así
ganarnos para la Vida Eterna. No se puede, ni pedir ni exigir más. Sólo confiar
y abandonarnos en la garantía de su Palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.