sábado, 28 de enero de 2017

Cuando alguien decide ir a la otra orilla va empujado por algo. Diríamos que busca algo, y ese algo tiene que ser muy fuerte para que lo mueva en ese compromiso. Hay que estar muy seguro y confiar mucho en que lo que buscas está ahí. Se hace necesaria mucha fe.

Porque en la otra orilla las cosas no se regalan ni te están esperando. Integrarte y darte a conocer lleva tiempo, y en ese tiempo las circunstancias cambian y los problemas surgen. Ante esas dificultades muchos desisten de ir a la otra orilla y abandonan la idea. Perseverar y sostenerse implica mucha fe.

Sin embargo, cuando tu fe está bien plantada y tu tierra es tierra fertil, tu voluntad te mantiene firme y tu actitud se sostiene ante las adversidades y problemas. Porque sabes de quien te fías y en nombre de quien vas. Y te descubres asistido y acompañado. Y tus miedos desaparecen o se superan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.