La vida nos exige tomar decisiones, y de tomarlas bien o mal
dependerá que se elija el buen camino o el mal camino. Todo consistirá en buscar
la verdad, porque quien busca, encuentra y quien pide, recibe. Y al que llama
se le abre. Ahora, la cuestión está a quién y cómo hay que pedir.
En eso consiste la diferencia. Todo dependerá a quién se
elige y en quién se deposita la fe y la confianza. Tenemos el ejemplo y
testimonio de José. Tuvo fe en Dios y, recibido su mensaje, hizo lo que el
ángel le había dicho de parte de Dios. Su vida fue un empeño en hacer su
Voluntad.
Igual nos ocurre a
nosotros. ¿Qué voluntad hacemos? ¿La nuestra o la de Dios? De la misma manera
que a José, Dios también nos habla a nosotros. La diferencia consiste en que
hay que estar atentos, abiertos a la escucha y dispuestos a obedecerle. En eso
consiste el discernimiento de nuestro camino: “Escuchar, abrirse a esa escucha
y ponerla en práctica”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.