El amor se demuestra no por
palabra sino por hechos. De tal modo que quien guarda los mandatos del Señor
es el que demuestra que le ama. Y a ese le ama el Padre. Y Jesús promete amarle
y revelarse. Resulta que en la medida que nos damos recibimos la luz para
entender y comprender el Misterio de Dios.
Muchas veces nos empeñamos en
entender y comprender antes que creer. Y eso nos falla, porque el Misterio de
Dios sólo es revelado a quien el Señor elige y decide. Elección depende también
de tu disponibilidad. Y eso pasa por guardar sus mandatos y confiar en Él, pues
lo dice muy claramente:
Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y
mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. Os he dicho
estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que
el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que
yo os he dicho. Abramos nuestro corazón al Espíritu Santo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.