Muchos trenes se pierden por
no haber llegado a la hora convenida. En mi propia experiencia no he perdido
ninguno, pero he estado a punto de perder algunos. En la vida nos sucede algo
parecido, pero sus consecuencias pueden ser mucho más decisivas. De cualquier
forma, la vida será parte de lo que tú quieras que sea.
Es verdad, que hay
circunstancias en las que nada puedes hacer, pero siempre, de una forma u otra
se pueden revertir y cambiarlas. El hecho de aceptarlas y empezar el camino
puede ayudarnos a, si no a mejorar, sí a verlas de otra manera. Siempre hay
esperanza.
Lo verdaderamente importante es tener la lámpara de tu
vida encendida. Porque, que se apaguen las luces de este mundo no importa
mucho. Son luces que tendrán que apagarse quieras o no, pues este mundo es
caduco. Lo decisivo e importante es que la Luz que alumbra tu vida eternamente
se sostenga siempre encendida. Porque esa será la Vida Eterna.
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Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.