martes, 3 de octubre de 2017

¿Tenemos nosotros nuestra decisión en la vida firme y decidida? Porque, de ser así, nuestro camino será más firme y decidido. En nuestra decisión ha tomado parte el Espíritu Santo, pues Él no es ajeno a nuestras decisiones y participa con nosotros en ellas fortaleciéndonos y asistiéndonos.

Pero, ¡cuidado!, porque también podemos estar en el lado contrario. Quizás seamos samaritanos que rechazamos su disponibilidad de pernoctar en nuestros corazones. No le acogemos porque va a Jerusalén, ¿nos recuerda algo eso? Quizás también nosotros le rechazamos porque no nos gusta algo de su Iglesia o de sus discípulos.

Podemos estar en esas actitudes y hasta arremeter como Santiago y Juan contra aquellos que rechazan acoger al Señor y no son de los nuestros. ¿Qué nos dice Jesús?  El Evangelio termina diciendo: Pero volviéndose, les reprendió; y se fueron a otro pueblo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.