lunes, 2 de octubre de 2017

Es el débil el que genera más amor de los demás. Y experimentamos que cuanto más debilidad, más amor se vuelca hacia esas personas. Los pequeños son el objeto del amor de Dios, y todos los que queremos llegar a Él tendremos que hacernos pequeños.

Pequeños y necesitados de amor. Porque son los pequeños los que necesitan cuidados y mucho amor. Un amor que les limpie sus corazones y le laven de todas las impurezas que los mal intencionados les pueden contagiar. Por eso, recibir la inocencia del niño; recibir sus buenas intenciones nos abre nuestros corazones al amor de Dios.

Y resulta que, cuanto más te abajas y te haces pequeño, más cerca estás del Señor. Porque son los pequeños los primeros y los que se abren al amor de Dios. Son los necesitados y los que buscan protección. Humildes porque son pequeños y necesitan ser liberados por el Poder de Dios.

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