Posiblemente, el Bautismo de Jesús sea una forma de decirnos
que Dios se ha hecho Hombre como nosotros sin tomar ningún privilegio, sino
aceptando nuestra naturaleza humana y sufriendo todos los inconvenientes, sin
culpa alguna, de nuestros pecados.
Y, pasando como uno de nosotros, humildemente y sin fuerza
de poder, anunciarnos que su Padre le ha enviado para revelarnos su
misericordioso amor. Un amor que empieza por anunciarle a Él, su Hijo, como el
Predilecto y amado, invitándonos a que hagamos lo que Él nos propone.
Por eso, decía que
este tiempo de Navidad es un buen tiempo para recargar pilas y empezar una
nueva andadura con la buena intención de acercarnos al Señor y, entregándole
nuestro viejo corazón, pedirle que nos lo renueve y nos lo haga un poco más
nuevo, parecido al de Él, para que también en nosotros nazca la Navidad durante
todo el año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.