lunes, 26 de marzo de 2018

Resultado de imagen de Jn 12,1-11
Se hace fácil protestar ante las propuestas de otros. Nadie dice nada, pero basta que alguien proponga algo para que salten opiniones diferentes y hasta opuestas. Es la inercia natural y esto ocurre mucho en el mundo de la política y los negocios. Nos cuesta analizar y tomar todo lo bueno que haya, y, hasta aceptarlo dándolo por bueno.

Sin embargo, fallamos en la responsabilidad. Porque, no sólo se trata de poner reparos y defectos a lo propuesto, sino dar alternativas que justifiquen y mejores nuestras propuestas. No cabe duda que la buena intención es la correcta, aunque después se vea que podía mejorarse o dirigirse de otra manera.

Porque, las malas esconden una segunda intención que no presagia nada bueno y atentan contra el bien y la verdad. Por lo tanto, a pesar de que todo puede mejorarse, siempre será importante hacer las cosas desde una buena intención y buscando la verdad y la justicia. Porque, todo acto cargado de amor se puede, a pesar de que no sea perfecto, darse por bueno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.