lunes, 30 de abril de 2018

Resultado de imagen de Juan 14, 21-26
Y en el mundo en que vivimos no es fácil encontrar ese tipo de amor. Es un amor más interesado  y egoísta hasta el punto.de exigir más que regalar. Es un darse condicionalmente y en espera de ser correspondido, y con mucha frecuencia se resquebraja y se rompe.

O se queda en la mediocridad y no se da plenamente. Ocurre mucho en las familias, que pone límites a las relaciones cuando hay dificultades que exigen renuncias y sacrificio. No encontramos modelos que nos estimulen o nos fortalezcan porque este mundo no los tiene.

Por eso, Jesús nos invita al amor. Un amor que esté en verdadera intimidad con Él y con el Padre, porque, quien ama a Jesús es amado por el Padre y harán presencia en él. Nuestra fuerza nos vendrá de permanecer injertado en Jesús y sólo en Él podemos amar como Él nos ama.

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