jueves, 19 de julio de 2018

Resultado de imagen de Mt 11,28-30
Todo puede cambiar en un instante y, repentinamente, necesitas cobijo, comprensión, escucha, compañía y asistencia. Cuando todo parecía normal y bien, al instante todo se derrumba y amenaza seriamente. Y, el hombre, desesperado puede tomar graves y fatales decisiones.

En esos momentos, que Jesús los conoce mejor que nadie y sabe de la necesidad que siente el hombre de apoyo y ayuda, Jesús nos ofrece su descanso y su compasión. Nos espera en la Eucaristía, en el sacramento de la Penitencia con su eterna Misericordia para darnos perdón y paz.

Nos invita a descansar en Él y a llenarnos de paciencia. Nos invita a ser mansos y humildes de corazón y a tranquilizarnos, a pensar y reflexionar que esta vida no importa mucho perderla, porque tarde o temprano llegará el momento de marcharnos de aquí. Importa la que Jesús, el Señor, nos ha ido a preparar.

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