La vida se enriquece cuando
tú tratas de abrirte a ella. Y te abres en la medida que te das, te haces
servicio, pan y vino para otros. Eso significa que con los otros te enriqueces
y también tienes la oportunidad de darte y servir. Y, fundamentalmente, amar.
No puedes hablar con los
mismos y repetir siempre lo mismo a los mismos, valga las redundancias. Por
eso, la comunidad necesita renovarse, abrirse y ofrecerse a la riqueza de
nuevos miembros. Sobre todo a aquellos que no conocen o saben muy poco de quien
es Jesús de Nazaret.
Hay, por tanto, que caminar y caminar cargado con tu
cruz y renunciando a tantas cosas que buscan tus satisfacciones, tus
comodidades, tus gustos, tus ambiciones y proyectos. Porque, tu vida se
enriquece cuando experimentas el amor y sigues al verdadero Amor, el Señor, que
te exige dejarlo todo para seguirle plenamente a Él. Porque, Él es el verdadero
y único Camino, Verdad y Vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.