viernes, 8 de marzo de 2019

Resultado de imagen de Lc 9,22-25 por Fano
Está muy claro, seguir a Jesús es cargar con la cruz de cada día. Y eso significa que tienes que morir a tus concupiscencias y apetencias. No debes pensar tanto en ti cuanto en los demás, y para ellos debes vivir, porque en eso consiste el amor. Darte a los que te necesitan y tienes más cerca.

Y no es fácil recorrer ese camino. Una cosa debe quedarnos clara, y es que nosotros solos no podemos recorrerlo. Necesitamos la Gracia de Dios y la continúa asistencia del Espíritu Santo recibido en nuestro bautismo.

Ese es el camino por el que podemos salvar nuestras vidas. Porque, hemos sido creados para vivir y eso es lo que experimentamos y sentimos en lo más profundo de nuestros corazones, un deseo irrefrenable de vivir eternamente. Y encontramos eco en la Palabra de Jesús, Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.

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