Solemos presumir de conocer a
las personas por sus apariencias, su grupo o asociación o lugar de procedencia.
Pero, la realidad es que nos quedamos sólo con un conocimiento superficial.
Poco a nada sabemos. Así pasaba con Jesús.
Y así sucede hoy también.
Muchos que se acercan a bautizar a sus hijos no han pisado la Iglesia hace
muchos años, quizás desde su bautizo, y apenas saben algo de Jesús. Y otros,
quizás más cerca y de visita frecuente saben unos pocos datos históricos y nada
más.
Con ese conocimiento poco se
puede saber y conocer de Jesús. Porque, Jesús es el enviado del Padre, el único
que es veraz y que nadie conoce, pero que Él conoce, y que da realmente testimonio de su Hijo, al que
envía al mundo para salvación de los hombres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.