Lo valores sagrados y
espirituales no se pueden desperdiciar ni echárselo a aquellos que ni lo
valoran ni creen. Es lo que se expresa cuando se habla de lo santo y de echárselo
a los perros y a los puercos.
Entrar por la puerta estrecha
significa asumir que todos somos hijos de Dios y todos, buenos y malos, son
llamados, atraídos y queridos por Dios. De tal manera que a todos tenemos que
tratar bien tal y como los trata nuestro Padre Dios.
Porque, es Padre de todo y no
podemos presentarnos delante de Él teniendo distancias e indiferencias respecto
a los demás. Son nuestros hermanos, hijos de un mismo Padre, por lo tanto, es
evidente que tenemos que tratarlos como Padre Dios nos trata también a nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.