lunes, 24 de junio de 2019

Resultado de imagen de Lc 1,57-66.80
Era un hombre, como tú y como yo, y tenía las mismas apetencias y tentaciones que podíamos tener nosotros. Supongo que miedo también, pero confianza y fe en Dios y en la promesa de que el Mesías estaba ya a punto de aparecer.

No sabía exactamente quien era ni cuándo y cómo aparecería, pero confiaba en la Palabra del Señor y esperaba que se cumpliera. Así lo anunciaba e invitaba a convertirse y a bautizarse al un bautismo de arrepentimiento y conversión. No se declaraba el Mesías sino el que lo anunciaba.

Se decía no ser digno de desabrocharle la correa de sus sandalias y le presentaba como el Mesías anunciado y prometido para salvarnos de la esclavitud del pecado. También tú y yo tendremos que hacer algo a lo que estamos llamados. Nos toca descubrirlo.

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